
TEATRO PARA EL
FIN DEL MUNDO


Cierre de proceso Encuentro Teatro para el fin del mundo +Cráter.
Pensamos en este encuentro como en un espacio que diera sentido al vacío, cuando el vacío es una instancia de ausencia, una memoria velada, un vacío al interior de un cráter. Pensamos en este encuentro como un surtidor de razones para mirar que ese vacío es habitable desde la presencia, desde la mirada que se compone de otras miradas y desde la voz que es suma de todas las voces. Pensamos en este encuentro como un intersticio de acción sucedida a través el cuerpo que va complejizando su modo de ser habitado en un espacio compartido.
Agradecemos profundamente esa latencia colectiva. Nos sentimos con ello acompañados y pensamos que ese acompañamiento puede representar no solo una incidencia en el tiempo, sino un tiempo de incidencias donde seguir acompañándonos. Nos ha importado reconocernos en las ruinas de una ciudad que sigue generando instancias de observación y tratamientos, que mediante la intervención escénica, sirvan de soporte para revertir el abandono en una habitación del presente, en un manifiesto vivo de la permanencia.
A algunas semanas de haber concluido con el Encuentro y luego tomarnos un receso necesario, nos hemos reunido como equipo para compartirnos los sentires, las imágenes, las huellas de lo que quedó de esta experiencia en su conjunto, abriendo un espacio de reflexión, con el interés de ir sumando acciones a favor de este proyecto que sigue preguntándose sobre el fin del mundo como un ciclo renovado que abre lecturas implícitas en la reconstrucción simbólica de espacios de coexistencia, dentro y fuera de nuestras prácticas.
En ese sentido, nos parece que el Encuentro ha generado un importante ejercicio de colectividad, consiguiendo sumar resistencias sensibles desde la escucha, el cuestionamiento y la integración de voces y posturas escénicas. En las palabras que siguen, intentamos hacer un resumen muy concreto de todo lo conversado (Y lo que imaginamos podría conversarse mejor para los próximos años) para compartirlo con ustedes, quienes integraron junto a nosotros, esta voluntad de habitarlo.
Foro colectivo
Se conversó que en la realización del foro fue posible exponer líneas temáticas importantes que ampliaron el panorama trazado originalmente en las voces reunidas dentro de las cartas de exposición de motivos Leer pronunciamientos y a las que nos interesaría continuar dando tratamiento de manera conjunta. Entre estas líneas se encuentran aspectos como equilibrar constantemente el pulso intuitivo de la ruina y la utopía en las instrumentaciones o métodos en el quehacer escénico, desregular la participación, presentándose, encontrándose más allá de la textualidad, las palabras, del cuidado interviniendo, de la reducción de la episteme (Pavel Nateras) Consideramos que uno de los puntos pulso, se construyó desde la pregunta ¿Qué hábito? Una cuestión que iba desde la identidad, cuerpo, género, espacios sociales, que abría la configuración de repensarnos y recrearnos como individuos desde la colectividad. Llevándonos a preguntarnos nuevamente ¿Quién soy frente a esto que yo estoy creando? habitando desde diferentes frentes hasta llegarnos a preguntarnos por Gaza, por los territorios y aquellos que no hay que olvidar como a la Argentina. Una cuestión de raíces en las que los territorios hablan y ahora debido a los conflictos que atraviesan, pensamos que debemos hablar también de ellos, por lo tanto, también de nosotros mismos. Leer texto completo.
Laboratorio de procesos
Se conversó que en la realización del laboratorio, intentamos abrir un espacio de trabajo en relación a preguntas puntuales que surgieron a partir de la sesión llevada el día anterior, entre las que se encontraban: ¿Cómo intervenir el espacio a través de la autocensura? ¿Cómo podríamos construirnos desde otros lugares? ¿Cómo apagamos la guerra externa sin antes apagar la interna? ¿El problema habitar es pensar en lo humano? ¿La brutalidad no es igual de humana? ¿Cómo situó mi práctica política? ¿Desde dónde? ¿Cómo generar espacios de transformación en el arte? Desde la raíz/ frontera, humano/ animal/ irracional/ intuitivo/ cultura/ barbarie. ¿Y cómo pensar en la creación desde una cotidianidad violenta donde nuestros esfuerzos son medidos por sistemas de valor mercantilistas y occidentales? Ver todas las preguntas
A partir de ello, se abrió una práctica desde el compost pensando en red, trasladando el Yo imaginando a otras ficciones posibles, desarmando las creencias y narrativas y creyendo para resignificar el dolor y dar una nueva subjetividad a nuestra relación con lo humano. La práctica de Autoficción propicia desplegar estrategias que nos ayuden a dar con la congruencia que necesitamos enunciar y que nos han quitado y que solo la palabra escrita y hablada, devolverá a los cuerpos que escriben, su deseo, su conciencia, su espíritu. En resumen, la humanidad colectiva que somos y que necesitamos contar Leer texto completo Durante esta jornada, se escucharon también las voces de otros participantes que no lograron llegar al Encuentro, y en las que sentimos se pudieron reconocer las nociones de su práctica a partir de su contexto. Posteriormente entramos al proceso inductorio de trabajo con el texto Tierra baldía, desde la perspectiva del autor que realizó la adaptación para generar con ello una exploración concreta en el espacio a partir de bloques representativos del texto. Descarga texto completo.
Proyecto de activación
Se conversó que en la realización de la activación, trabajamos mediante un proceso de memoria y reconocimiento de espacio por parte de participantes y equipo de organización TFM para activar los contenidos textuales a partir de ejercicios escénicos, que pretendían la intervención de zonas específicas del espacio sede. Estos ejercicios se generaron desde la experiencia colectiva, buscando motivar entre los participantes el intercambio de modos de hacer en la práctica, compartiendo con ello tratamientos, técnicas y discursos desde la espacialidad que ofrecía la ruina. En este proceso, se activó parte de la metodología del programa TFM basada en trabajar desde la colectividad de manera intensiva, dirigiendo estructuras de coordinación de acciones, soporte discursivo, revisión de lenguajes, síntesis, y estrategias específicas de intervención. Se habló también de que este proceso de activación hubiera sido deseable para un periodo más amplio de tiempo, en el que se pudiese dialogar y dar atención a cada parte que integra el corpus del proyecto mismo. Por otro lado, pensamos que lo que la cuenta regresiva aportó al proceso, tiene que ver con una línea de investigación que hemos emprendido años atrás, donde buscamos verificar sistemas emergentes que permitan dar soporte a situaciones de riesgo. Finalizamos pensando que el proyecto Meteora, puede volver a convocarles para otro tratamiento durante la segunda mitad del año, en el cual se logren replantear líneas de investigación, modelos de creación y producción, dentro del mismo espacio que sirvió de sede durante el Encuentro.
Muestra de intervención
Se conversó que, con respecto a la muestra de intervenciones escénicas, nos parece importante generar para próximos años, un acercamiento previo a los colectivos invitados, para asistir de forma presencial a la presentación de sus proyectos, y no configurar la selectiva por medio de carpetas, materiales fotográficos o en vídeo, ya que consideramos que estos no alcanzan a reflejar el proyecto en su complejidad o modifican su composición original durante la presentación pública en el Encuentro. Este acercamiento, facilitaría también el intercambio de información en tanto las condiciones actualizadas de los espacios sede, las necesidades técnicas y los enfoques discursivos que representen a cada propuesta. Con todo ello, la organización, propone que esta muestra siga ocurriendo como un catálogo de distintas poéticas y tratamientos en relación a la ruina y el abandono, apostando por una curaduría basada en la diversidad de lenguajes. En ese sentido Réquiem por una gota o la cruzada de las sedientas se presentó como un proyecto escénico previamente producido adaptado a un espacio en ruinas determinado, que modifica, aportando lenguajes y características concretas a la puesta en escena, Ni peste universal, ni religión cruel, ni siquiera golpe de Estado, se presentó como proyecto de continuidad, proponiendo un modelo itinerante en tres espacios distintos, activado mediante el tratamiento de un texto que se genera mediante la improvisación relacional y Puertos Tampico; Espasmo citadino como un proceso basado en una investigación documental previa, que aporta un archivo sobre el contexto de la ciudad y sus habitantes, mediante la instalación guiada. En cuanto a la confluencia de públicos, coincidimos en que la respuesta fue mucho más favorable que en otros años, permitiendo con esto, ampliar las alternativas de relacionar nuestros procesos con la comunidad, abriendo un diálogo significativo en relación a su programación, sus sistemas de seguridad y la regulación de contenidos, puntos que trataremos a continuación.
Sistemas de seguridad
Les compartimos que el sistema de seguridad de Teatro para el fin del mundo se basa en una planeación que contempla medio año de seguimiento de monitoreo en los espacios en donde se llevan a cabo las actividades del programa, esto nos permite verificar aspectos que son elementales para su uso, considerando de antemano las condiciones de violencia que ya se viven en la zona. Ver sistema de seguridad interna TFM Así mismo, durante la estancia de participantes, esta información va siendo actualizada y se verifica por medio de un equipo enfocado a ello, en coordinación con los organizadores. Esto, entre otras cosas, nos permite hacer recomendaciones a los participantes de forma oportuna, tanto de los riesgos visibles dentro de las condiciones estructurales que cada espacio contiene, como de los que la ciudad misma atraviesa por periodos variables en sus niveles de violencia.
Por otro lado, y en relación al riesgo que puede correr el público dentro de las presentaciones ofrecidas en el programa, quisiéramos decir que existe un sistema de soporte activado por parte nuestra de manera constante. Se manifiesta esto, particularmente en relación a lo sucedido durante la presentación de Ni peste universal, ni religión cruel, ni siquiera golpe de Estado donde pudimos observar que algunos asistentes manifestaron su inconformidad por el uso de combustible y la exposición de fuego y humo al interior del espacio sede. En ese sentido, quisiéramos compartir que el colectivo nos comunicó anticipadamente su decisión de hacer uso de material flamable, con el propósito de generar hacía el final de la intervención, una acción donde el público fuera evacuado de manera inmediata, dando la impresión de que el suceso había salido de control, para lo cual pusimos a disposición un equipo humano y técnico de seguridad, donde se contemplaron tanto extintores, como salidas alternas de emergencia además del acceso principal al espacio sede. En ese sentido, la maniobra estuvo regulada, planeada y articulada por el colectivo invitado, contando con las medidas precautorias y de contingencia por parte del equipo técnico del Encuentro. A partir de lo sucedido, nos reunimos como organización para abrir preguntas como ¿De qué forma encontrar medios que no resulten violentos para relacionamos con poéticas disidentes que se generan dentro de la acción escénica? ¿De qué modo se puede abrir un análisis de estos lenguajes sin invalidarlos, antes, durante y después de su ejecución? ¿Cómo diseñar espacios de reflexión con los colectivos invitados frente a la activación de sus lenguajes, en el interés de evitar posibles consecuencias que atenten contra la sensibilidad del espectador, luego de ser aplicados? En ese sentido, nos parece necesario, como organizadores, abrir un espacio de cuidado y precauciones tanto con el colectivo que contempla estos lenguajes en su concepto artístico, como con el público asistente, informando de forma oportuna a cerca de las características de los montajes, como es el caso del uso de un lenguaje que pueda resultar ofensivo a credo, raza, género o condición social, así como el empleo de recursos, acciones o situaciones consideradas de riesgo, aún se encuentren implícitos dentro de la misma ficción propuesta.
Por otro lado, y en relación a la seguridad que podemos ofrecer al interior de los procesos de trabajo colectivo, pensamos que es necesario considerarlo un esfuerzo compartido entre organización y participantes, ya que, aunque durante las sesiones de trabajo interno, llevamos un acompañamiento general de los procesos, no podemos tener presencia permanente en los acuerdos, líneas de acción, etc que se generen dentro de los equipos de trabajo. Como organización, hemos mantenido un respeto permanente a las decisiones de los participantes en sus procesos, y propuestas artísticas, considerando de ante mano, que los participantes en el Encuentro, cuentan con la libertad y responsabilidad propia y colectiva de procurar los cuidados necesarios en el marco de seguridad y observación de riesgos que disponemos en las sedes y actividades que transcurren en ellas. En ese sentido, pensamos que ayudaría que el participante que se sienta agredido por alguna práctica violenta dentro de los procesos de creación (O fuera de ellas, ya que también generamos un soporte de comunicación, para cuidarnos durante nuestra estancia) pueda informarlo a la organización de manera oportuna para dar un seguimiento que permita generar instancias de diálogo, acuerdo, y alternativas para la disposición de un consenso colectivo.
Finalmente, hacia el término de la conversación, se habló de la importancia de regular contenidos, sin que nosotros como organización, nos veamos en la necesidad de cancelar ningún discurso de los colectivos y creadores invitados, motivando a que esto ocurra siempre desde un marco de respeto y acuerdo compartido. Nos interesa convocar a un diálogo desde la diversidad en las posturas y poéticas que se manifiestan ampliamente en el arte, frente a los cuestionamientos que atravesamos como humanidad. Nos declaramos a favor de construir condiciones de paz, fuera del alcance de prácticas violentas para componer subjetividades y resistencias que abran contrastes y puntos de vista que dialoguen entre sí. Nos interesa seguir tejiendo lazos de colaboración y afectos en la activación de prácticas escénicas que tengan un seguimiento crítico dentro de sus procesos, así como en ir logrando mejoras continuas en la organización, vinculación y generación de públicos. Seguimos pensando que Teatro para el fin del mundo, es un proyecto que se reinventa en cada emisión, tratando de complejizar sus procesos, abriendo otras alternativas de relacionarnos con la ruina y el abandono de manera fecunda mediante su memoria, los procesos de investigación, la práctica escénica, las resistencias colectivas y las instancias de reparación.
Teatro para el fin del mundo
Febrero 2024